sábado, 19 de junio de 2010

NO TODO SON MARIPOSAS Y ARCOIRIS DE COLORES.



E inesperadamente aquella vieja sensación te vuelve a golpear el pecho. Aquella garra continua oprimiéndote el corazón. Tira de ti con insistencia y amenaza con no abandonarte nunca. Cada uno de tus latidos pesa más y más. Dentro de ti algo continúa rompiéndose y te arrebata de lo mejor. Te sientes en la más profunda oscuridad. Te consumes en tu propio abismo de sentimientos. Olvidas el más esperanzador de todos tus sueños. El dolor que sientes va más allá de los campos físicos. Atraviesa zonas hasta ahora inexploradas que llegan hasta los más profundos recovecos de tu mente. El dolor está dentro y no fuera. No es ninguna herida que puedas curar con una tirita. No, sé que no es fácil. Todo comenzó a caer. Tu mundo se desmoronó. Primero gradualmente y luego de repente. Tu cordura te abandonó hace ya tiempo. Has atravesado la línea de la insensatez. Un dolor tan real que no sabes ni si el tiempo lo podrá borrar. Es algo más fuerte que tú. Es duro vivir cada día con este sentimiento. ¡Te sientes tan vacío, tan roto! Un juguete defectuoso sin posibilidad de devolución. Llegar a tu propia fecha de caducidad. El sol se ha escondido detrás de las nubes y no quiere salir. Ahora sólo eres la sombra de lo que finges ser y lo que no puedes llegar a ser. Te consumes en viejos recuerdos, escondes tus miedos, reprimes tus sentimientos…

Pero ¡EH, TU! ¡SÍ, TÚ! ¡TE DIGO A TI!
Tú importas. Sé fuerte.


Tienes que esperar a que todo pase. A que llegue el momento de volver a volar. A volver a disfrutar de la vida, de secar tus lágrimas. Encontrar la fuerza en tu interior. Dejar de huir. Enfrentar tu destino. Encontrar la luz al final del camino. ¡Sé que es duro mantenerse de pie! La vida es una mierda. Sí. Pero sigue. Nadie puede pararte. Nadie puede decirte que tienes que dejar de vivir. Nadie. Ni tu mismo.
Bum-Bum. Bum-Bum. ¿Qué es eso? ¿Lo oyes? Son los latidos de tu corazón. Puede ser hace tiempo que te creías muerto. Hace ya tiempo que dejaste de sentirte vivo. Pero tu corazón continúa latiendo. De hecho, nunca ha dejado de latir. Sigues respirando. Sigues viviendo. Probablemente ya no volverás a ser nunca el mismo. Has llorado. Has sufrido. ¡Has madurado! ¡Has crecido! Levántate. Deja atrás el dolor. Recupérate. Deja que el tiempo borre las huellas de las heridas del pasado. La tormenta no puede durar siempre. Pronto saldrá el sol. El pasado es real y te recuerdas quién eres. Pero continúa. Valora tu vida por las veces que sonríes. Sigue hacia delante. ¡TÚ PUEDES!